"Over the Top" (1987) es una película estadounidense de acción y drama dirigida por Menahem Golan y lanzada en 1987. La película está protagonizada por Sylvester Stallone en el papel principal de Lincoln Hawk, un camionero y luchador de brazo que lucha por reconectar con su hijo distanciado, mientras compite en un torneo de lucha de brazo de alto nivel.
Entonces, ¿Por qué ocurre esto? He logrado analizar por muchos años la dinámica. A mi juicio es una dinámica que tiene componentes subyacentes en el respeto, la envidia y la afiliación. Me explico, cuando una persona no es valorada, puede ser por múltiples factores, pero cuando una persona es valorada y surgen estas dinámicas me hace pensar que esa valoración es frívola. He podido observar que cuando el respeto es genuino, no surgen las dinámicas, en otras palabras, cuando alguien te respeta, trata de entenderte y afiliarse, no competir. Por otro lado, cuando alguien le estresa el abandono incurre en comportamientos complementarios, ¿que es eso?, pues subyugación. Subyugación en el sentido que por no perder el vínculo, no escala, sino que se doblega y asume un rol complementario descrito antes por Bateson.
Los comportamientos complementarios y simétricos descritos por Gregory Bateson se originan en la teoría de la comunicación humana y la interacción interpersonal. Bateson, un antropólogo, sociólogo y cibernético, observó y analizó patrones de comportamiento en las relaciones humanas, particularmente en cómo las personas se comunican y se relacionan entre sí. En el caso de los comportamientos complementarios, las acciones de una persona tienden a complementar o compensar las acciones de otra. Por ejemplo, si una persona adopta un comportamiento dominante, es probable que su interlocutor adopte un comportamiento sumiso para equilibrar la dinámica de poder. Este tipo de interacción crea una especie de "danza" en la que cada persona responde de manera complementaria a la otra.
En contraste, los comportamientos simétricos implican que las personas respondan de manera similar a las acciones de los demás. Por ejemplo, si una persona adopta una postura agresiva, es más probable que su interlocutor responda con agresión también, lo que puede intensificar el conflicto. Este tipo de interacción puede conducir a ciclos de escalada en los que cada parte trata de igualar o superar la conducta de la otra.
Cómo se menciona al comienzo, estos patrones de comportamiento pueden surgir en una variedad de contextos, como relaciones interpersonales, negociaciones, conflictos y dinámicas grupales. Bateson creía que entender estos patrones era crucial para comprender la comunicación humana y las relaciones sociales, así como para abordar problemas de conflicto y disfunción en dichas interacciones.
Bateson también sugirió que estas dinámicas pueden tener implicaciones profundas en la naturaleza de las relaciones humanas y en la forma en que las personas interactúan entre sí. El observó que los comportamientos complementarios y simétricos pueden convertirse en patrones repetitivos en las interacciones humanas. Estos patrones pueden perpetuarse y reforzarse con el tiempo, creando ciclos que pueden ser difíciles de romper. También destacó que los comportamientos complementarios y simétricos están estrechamente relacionados con las dinámicas de poder en las relaciones humanas. Por ejemplo, en una relación jerárquica, es común que surjan comportamientos complementarios donde una parte adopta una postura dominante y la otra parte se vuelve sumisa. Del mismo modo, en relaciones horizontales, las dinámicas simétricas pueden surgir cuando ambas partes tratan de igualar o superar el poder percibido del otro.
El argumentó que estas dinámicas pueden influir en la calidad y efectividad de la comunicación entre las personas. Por ejemplo, en relaciones simétricas donde ambas partes intentan dominar la conversación, puede haber dificultades para escuchar y comprender los puntos de vista del otro. Por otro lado, en relaciones complementarias, puede surgir una falta de equilibrio en la participación y la toma de decisiones. Entrar exclusivamente en cualquiera de estas modalidades acarrean importantes implicaciones en la forma en que las personas se relacionan entre sí. Loclgrando impactar en gran medida la estructura de las relaciones, la distribución de poder y la calidad de la comunicación en diversos contextos sociales.
Por otro lado, ¿Quién no se ha hallado en medio de una argumentación racional y te la voltean con un “gaslighting”? El gaslighting es una forma insidiosa de abuso psicológico en la que una persona manipula la realidad de otra para hacerla dudar de su propia percepción, memoria e incluso cordura. El término se originó a partir de la obra de teatro "Gas Light" (1938) y su adaptación cinematográfica "Gaslight" (1944), en la que un marido manipula gradualmente el entorno de su esposa para hacerla creer que está perdiendo la razón. Esta forma de abuso es especialmente perniciosa porque socava la confianza y la autoestima de la víctima, a menudo dejándola confundida y desorientada.
Es importante reconocer los signos del gaslighting y buscar apoyo si uno sospecha que está siendo objeto de este tipo de abuso. La teoría de Johnson sobre la violencia doméstica proporciona un marco comprensivo para entender el gaslighting dentro de las relaciones abusivas. Johnson propone que la violencia doméstica no solo se limita a incidentes físicos, sino que también incluye formas de control coercitivo y manipulación psicológica. El gaslighting, como táctica de abuso psicológico, se alinea perfectamente con esta perspectiva. En las relaciones donde una parte busca ejercer poder y control sobre la otra.
Dentro del ciclo de violencia propuesto por Johnson, el gaslighting puede formar parte del período de construcción de tensión, donde el abusador utiliza tácticas de manipulación emocional para aumentar la dependencia y la sumisión de la víctima. A través de la distorsión de la realidad y la invalidación de las experiencias de la víctima, el abusador refuerza su dominio y perpetúa la dinámica de poder desigual en la relación.
Entonces, al integrar las perspectivas de Johnson sobre la violencia doméstica y la teoría de Bateson sobre la comunicación humana, podemos entender mejor cómo el término “pulseo” opera dentro de las dinámicas abusivas. Desde la mirada de Johnson, el gaslighting se revela como una estrategia de control utilizada por los agresores para mantener su poder sobre la víctima. Al socavar la percepción de la realidad y fomentar la confusión, el “pulseo” interrumpe el flujo de información y la comprensión mutua, perpetuando así la dinámica de poder desigual entre las partes. En última instancia, la integración de estas teorías resalta cómo el “pulseo” no solo es un síntoma de la violencia doméstica, sino también una estrategia para afrontar el control y la subyugación.
A mi juicio y lo que he hallado en la literatura hasta ahora, no tenemos un origen exacto del origen, pero estas teorías aportan información útil de qué motiva a las personas a incurrir en estas dinámicas. Además de lo mencionado anteriormente, he observado patrones que pueden apuntar al racismo, prejuicio, celos, celo profesional, miedo del abandono, desprecio, menosprecio, etc. También es importante que las personas puedan entender la dinámica con mayor precisión para dar paso a entender, o tratar de entender el origen de lo que se observa, en vez de prestar tanta atención al “pulseo” o al “gaslight” en medio de la interacción y mejore su comunicación.


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